Es un método no invasivo, que permite determinar el porcentaje de saturación de oxígeno de la sangre de un paciente, con ayuda de métodos fotoeléctricos.
En casos de asma, la pulsioximetría complementa a la espirometría y a los medidores de flujo espiratorio, valorando la gravedad de las crisis asmáticas y la respuesta a un tratamiento. Proporciona una monitorización instantánea y continua.
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