Cualquier alimento puede producir una reacción alérgica. Los alimentos que con más frecuencia están involucrados en la población infantil, son la leche, el huevo, los frutos secos, los cereales, las legumbres y el pescado entre la población adulta los alimentos frecuentemente implicados son las frutas, frutos secos, vegetales, el marisco y el pescado y el Anisakis.
La alergia a los alimentos supone un riesgo cotidiano y es muy importante educar al paciente y a su familia para evitar ingestiones accidentales.
Es frecuente la reactividad cruzada, es decir, que un paciente alérgico a determinado alimento pueda tener una reacción alérgica con otro agente aparentemente no relacionado.
Puede ser aconsejable que el paciente alérgico tenga adrenalina autoinyectable, para que pueda serle administrada rápidamente en caso necesario; Esta precaución puede salvar vidas.